EL AUTO-CONOCIMIENTO
Herramienta básica para la mujer del siglo XXI
Es en el ámbito educativo donde de forma mas intensa aprendemos y alcanzamos el conocimiento de todo lo que es el mundo, lo que todos conocemos como realidad exterior, pero curiosamente qué ocurre con nuestro conocimiento interior, el que educativamente la realidad interior no sea relevante es un síntoma que hace pensar que el sistema educativo podría estar aún en lo que el psicólogo Jean Piaget consideró la primera etapa del desarrollo de la inteligencia humana: “lo que no se ve no existe”.
Pero como bien sabemos todos, nada más lejos de la realidad porque a medida que el niño o la niña crece empieza que entender que aunque al objeto no sea visto siempre hay una parte que lo sustenta.
Y así vamos creciendo, incorporando continuamente, diariamente, mas y mas información de nuestro mundo exterior, y ni que decir tiene que esta información es cada más abundante, es más exuberante hasta el punto que hoy en día ya empieza a desbordarnos … y qué va sucediendo con nuestro mundo interior, el oculto, el que no se ve, que contradictoriamente va adquiriendo la consideración de inexistente e irrelevante. Y entonces, como la que corre una maratón, nos hacemos adultas con una desproporción tan grande entre lo que sabemos del mundo y lo que sabemos de nosotros que acabamos perdiéndonos.
Si hablamos del ámbito profesional nos encontramos el mismo escenario; antes de acceder a cualquier responsabilidad laboral, nos dedicamos a realizar cursos tras cursos, ya incluso master tras master, nos ocupamos de aprender todo tipo de técnicas, herramientas, métodos, estrategias, …, así como en el caso de las directivas nos volcamos en a adquirir las grandes competencias valoradas hoy en día en el mundo de la empresa: Liderazgo, Negociación, Gestión del tiempo…, pero donde queda el conocimiento de uno mismo.
Si tener un alto conocimiento de una materia, nos hace conseguir los objetivos de una manera mas eficaz y nos da seguridad y certeza a la hora de enfrentarnos a una responsabilidad… “ el bombazo de conocerse a uno mismo” nos llevaría irremediablemente a una vida mas cierta, mas relajada, mas enfocada, mas fluida pero sobre todo a una vida mucho mas libre.
Hay muchas formas de definir el auto-conocimiento, personalmente siempre me gustado considerar dos vertientes: La primera sería la capacidad de identificar tanto las propias fortalezas y debilidades, como conocer el propio estado de ánimo y de los efectos que éste tiene en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestro equipo…
La segunda vertiente, más dinámica y proactiva nos lleva a descubrir, aprender y a utilizar herramientas que permiten alcanzar una mayor conciencia de una misma, encajar las distintas piezas que conforman el puzle de nuestra vida, entendiendo que todo nuestro mundo es resultado de una perfecta sincronicidad.
- El autoconocimiento es un proceso.
- Es aprender a observarse.
- Es ampliar la conciencia de una misma.
- Es salir de las actuaciones y reacciones automáticas.
- Es cuidarse, cuidar tu cuerpo, tus emociones y tus pensamientos.
- Es hacerte preguntas difíciles y darte respuestas profundas.
- Es desvelar el entramado de quien eres…
El examen de una misma puede resultar o verse como aterrador, porque con una no se puede hacer trampa, con una nuestro personaje, el que hemos creado desde la información que nos ha llegado desde fuera, cae… pero también es revelador y por tanto liberador, libera sombras, libera cargas, libera miedos, libera pulsiones … libera a la mujer.
El auto-conocimiento es un proceso, un camino, que no nos exige ser perfecto sino todo lo contrario, nos permite errar, equivocarnos, perdonarnos… solo nos requiere el deseo de ser recorrido para andarlo, y darnos mas consciencia, mas luz de los que somos y poder llegar a la AUTENTICIDAD.
Cuando una mujer trasmite al mundo lo que realmente es, cuando ve que el personaje que representa ya no le sirve, no le vale… se dibuja el camino mas claro hacia la felicidad. Entonces es cuando su poder y creatividad emana solo.
Es tan sencillo entender esto que a veces solo tenemos que mirar a nuestra historia, para ver que desde hace siglos ya lo avanzaban nuestro sabios, dejémonos llevar por ese saber universal:
“Conócete a ti mismo” fue una de las enseñanzas Sócrates; “El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría” nos dijo ya Aristóteles; “Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú “ fueron palabras de uno de los principales representantes del pensamiento moderno Aldous Huxle; “El sí mismo está muy bien escondido de uno mismo; de los pozos con tesoros, el sí mismo es el último en extraerse” lo muestra con su sutileza Nietzsche; “Tu tarea es descubrir tu mundo y luego entregarte a él con todo tu corazón”. Buddha; “Todos los hombres deben esforzarse por comprender, antes de morir, de qué y hacia dónde corren, y por qué lo hacen” fue la base de uno de los grandes humoristas gráficos del siglo XX James Thurber; “De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse así mismo”, así lo expreso Shakespeare.
Es una cuestión de aprender a mirar, de aprender a observarse y de aprender del propio sentir.