Y 30 años después, en España, 1 de cada 3 niños o niñas viven en riesgo de pobreza, un total de 2,2 millones de menores según el indicador AROPE. Desde las entidades sociales se trabaja para que el impacto de la pobreza estructural sea cada vez menor, teniendo en cuenta que salir de este círculo no es fácil ya que existen varios factores a tener en cuenta: la falta de empleo – especialmente en mujeres- o empleo precarios con bajos ingresos para las familias, la incertidumbre económica, la falta de nivel educativo en los padres, el abandono escolar prematuro en los menores, la falta de iniciativas políticas para atajar este problema que se cierra como un círculo donde los niños y niñas no son más que meros espectadores de una realidad que les envuelve y que les condiciona no solo a nivel económico sino también , y especialmente, a nivel social.
Tenemos que seguir trabajando por una igualdad de género real, donde las responsabilidades y oportunidades para los niños y niñas estén en igualdad de condiciones y puedan crecer en un entorno de respeto y de trato igualitario.
Nuestro, tan traído y llevado, Estado de Bienestar Social, no será una realidad mientras que no pensemos en ese futuro de la sociedad que son nuestros menores, mientras que no seamos conscientes de que a través de la educación y no del buenismo o las limosnas podremos hacer que TODOS nuestros niños y niñas sean ciudadanos de pleno derecho y en igualdad de condiciones y oportunidades.
Desde estas líneas os animo a que como madres, educadoras, profesionales,.. seamos capaces de educar en nuestro entorno más cercano (familia, trabajo, etc.) y donde otros ven pobreza, incultura, diferencia en el color de la piel o cualquier otra excusa ,…… NOSOTRAS SOLO VEAMOS NIÑOS Y NIÑAS.
Susana González
Fundación Mornese