Hablar de CAMBIO, conlleva ineludiblemente remontarnos a la figura de Heráclito de Éfeso, uno de los grandes nombres de la historia de la Filosofía, allá por el 500 ac.

Este pre-socrático ya nos anotó la idea de que el Cambio era el fundamento de todo, yo tal vez hoy añadiría, de todo lo que supone un proceso de expansión y evolución.

Pero quizá la idea mas interesante que este presocrático nos aporto fue el concepto de Logos, considerándolo como el Entendimiento.

Para Heráclito, el logos o el ser, es la inteligencia que dirige, que ordena, y que da armonía al devenir de los cambios que se producen en la “guerra” que se genera en la existencia misma. Se trata de una inteligencia sustancial, presente en todas las cosas.

“… No a mí, sino habiendo escuchado al logos, es sabio decir junto a él que todo es uno, tomando al logos como la gran unidad de la realidad.”

Ya Heráclito que conceptualizaba los cambios como la propia realidad, nos pedía escuchar, el discurso de la propia realidad, de una Inteligencia Universal, en lugar de escuchar los discursos de los hombres que se basan en simples apariencias.

Hoy traer a nuestro presente ese concepto de Inteligencia Universal es una de las herramientas mas sensatas que podemos utilizar. Visto así, podemos entender cómo la Vida, la Inteligencia, el Logos, nos va susurrando de una manera tan sutil que al hombre, a nuestra mente tecnológica, como bien la define Eugenio Carutti, nos cuesta trabajo escucharla.

Sin embargo, sin darnos cuenta algo superior a nosotros, quizá esa inteligencia nos ha ido preparando para afrontar el reto que hoy nos toca; un cambio y una transformación profunda de la sociedad.

Si echamos la mirada atrás, podemos observar que llevamos años familiarizándonos con la llamada Gestión del Cambio, hoy podemos decir que está estudiado en muchas facetas de nuestra vida, desde los negocios con el cambio organizacional, donde no ha sido fácil integrar las dos grandes disciplinas que lo definen: la ingeniería ( que aporta lo tecnológico o mental) y la psicología (que aporta el componente humano), hasta el mundo de las comunicaciones, que ha convertido la rapidez y lo efímero en la base de nuestro día a día y nos ha podido aportar nuevas formas de comunicación.

¿Será que esa inteligencia universal nos ha ido preparando, para una nueva Era, la Era del Cambio? Yo no puedo dejar de pensar que así ha sido.

Creo, y si sirve de tranquilidad, que de alguna manera cada uno de nosotros disponemos en nuestro interior de las claves y de las fortalezas que necesitamos para afrontar esta nueva etapa de cambio. Lo he podido comprobar no solo por la formación adquirida, las incansables horas de lecturas en estos últimos años, sino por mi propio proceso de transformación y evolución y los numerosos procesos de cambio y transformación a los que he acompañado en mi dedicación como profesional del cambio.

En su concepción mas básico, el cambio es un movimiento que nos empuja a alejarnos de una situación actual en la cual vivimos, para llevarnos a un estado futuro, que normalmente no conocemos, pero lo importante para lo que hoy nos acontece es que siempre se realiza a través de un estado de transición.

El cambio pueden ocurrir en cualquier área de nuestra vida, puede ser motivado internamente o externamente, puede ser anticipado o inesperado, pero una de sus principales claves es que contempla siempre esos tres estados: Un Estado Actual, un Estado de Transición y un Estado Futuro.

Es importante que traigamos a la conciencia, que tengamos presente, que nos familiaricemos con este estado de transición, nos queda tiempo de estar en el, y sin saber cuanto durará; uno, dos,…diez o veinte años, pero aunque no sabemos cómo si podemos prever cual puede ser el recorrido hasta llegar al nuevo estado o al nuevo mundo al que se dirige la humanidad.

Negarnos a este estado de transición, es negarnos al aprendizaje que necesitamos hacer para poder crear una situación nueva, una situación futura, y como en todos los procesos de cambios, algunos los aceptaremos rápidamente, otros presentaremos resistencias, algunos estaremos contentos y otros nos sentiremos enormemente molesto por él, pero todos los que trabajamos la Gestión de Cambio sabemos que hasta que no llegamos a un estado de aceptación plena, no se da el primer paso para la transformación. y después como dice el filósofo hindú Nissargadatta, “Dejar llegar lo que viene”.

Muchos son los que se han enfrentado a periodos de cambio y de transformación, yo puedo hablar acerca de los que he acompañado en empresas, emprendimiento y en sus vidas personales (divorcios, cambios laborales, ascensos), ellos sin saberlos se han convertido en Agentes de Transformación Social, experimentar, dice la nueva pedagogía, es el mejor método de aprendizaje.

Hoy estos valientes que ya fueron zarandeados por la vida, pueden ser ejemplos para muchos, ellos saben que la transición es dura, que demanda sobre todo de responsabilidad con uno mismo para interiorizar, para salir del ruido del mundo externo, saben que el mejor transito se hace poniendo foco en lo sencillo, en el cuidado personal, en las pequeñas cosas de la vida, buscando un mayor contacto con su familia, y haciendo cada día algo que los hagan disfrutar, mientras tanto abrirse a las experiencias emocionales que les genera: miedo, rabia, tristezas … acogiéndolas y mucho contacto con la naturaleza en soledad (tal vez porque sea quien nos ilumina) momentos de individuación para la reflexión y la toma de conciencia.

Es en ese simplificar la vida, donde el objetivo no es ser perfecto o tener una vida perfecta, sino mas bien ser real y ser autentico; unido a esa vincularidad con lo que te rodea, cuando la inteligencia universal actúa. Se empieza a sentir disfrute… a conectarnos con la parte mas creativa y como dice el filósofo hindú Nissargadatta, “Dejar llegar lo que viene”.

Cuando ves tantos procesos de cambios no te queda mas remedio que ser optimista…, no te queda mas remedio que estar ilusionada…, porque detrás de todo esta sacudida, nos espera un mundo nuevo, y quizá por deformación profesional espero que sea mas autentico, mas maduro, mas responsable.

¡Mientras tanto transitemos!, es la etapa que nos toca, nos esperan tiempos de austeridad económica que nos llevaran a simplificar la vida, posibles ciclones emocionales que desencadenarán movimientos sociales, nuevas formas de relacionarnos, y posiblemente libertades hasta ahora no permitidas, y posiblemente a un desarrollo creativo, a una exuberancia del mundo artístico … que ya tocaba.

Traigo de nuevo a Heráclito, para terminar mi reflexión : “La salud humana es un reflejo de la salud de la Tierra”.

María José Villalba Muñoz

Psicóloga  y Coach Personal y Ejecutivo. Especializada en auto-conocimiento, gestión del cambio y liderazgo.

Acompaña a mujeres, profesionales, emprendedores y directivos en sus procesos personales y desarrolla para empresas proyectos de liderazgo consciente.

 

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