En los días pasados hemos reflexionado sobre la situación de las mujeres en las empresas, y su posicionamiento en los niveles directivos, llegando a la conclusión de que queda mucho camino que recorrer, y tal y como expresaba Maria Ángeles Martín en la Jornada celebrada en Airbus, no hay espacios en los que no puedan estar las mujeres y así el programa “Balance for Business”, que tuvimos ocasión de conocer nos habla de que a mas igualdad, a más diversidad, a más integración, mejor actividad económica de las empresas.
Por tanto no se trata de un binomio que pueda ir por separado, a mejores políticas económicas, mejores políticas sociales, y a mejores políticas sociales mejores logros económicos.
Por eso en las próximas jornadas y reflexiones del Foro, vamos a tratar de debatir la necesidad de una política social que englobe a las mujeres con todas las consecuencias. Necesitamos que se incorporen al emprendimiento desde la educación en los colegios, y necesitamos que tomemos conciencia todos, de que avanzar en igualdad es positivo para la economía de un país y de una comunidad.
La mujer es la que ha jugado un doble papel a lo largo de la crisis, por un lado es la que ha soportado los peores parámetros de pobreza, generando una auténtica feminización de la pobreza, y por otro lado ha sido el soporte de muchas familias en duras condiciones económicas. Al mismo tiempo que bate records en la creación de nuevas empresas.
Lo cierto es que la mujer sigue accediendo al mercado de trabajo en peores condiciones que el hombre. En muchas ocasiones, las mujeres, ante la falta de empleo, se centran en el cuidado de la familia. Esto supone, entre otras cosas, que si en algún caso ingresan en el mundo laboral, el salario será menor que el del hombre.
Los datos de la última EPA del tercer trimestre de 2016, reflejan que la tasa de paro andaluza, del 28,52 por ciento, es 9,61 puntos superior a la nacional (18,91 por ciento). Y la tasa de desempleo femenina es 6,48 puntos mayor que la masculina en Andalucía. De esta forma, la tasa de paro masculina se sitúa en Andalucía en el 25,59 por ciento, 8,2 puntos por encima de la media nacional, que es del 17,39 por ciento, mientras que la tasa de paro femenino es del 32,07 por ciento, 11,41 puntos más que la media del país (20,66 por ciento).
Detrás de los datos, están las realidades de cada mujer y a la vista está que queda mucho por hacer. Porque no sólo es positivo para la sociedad, sino que es necesario y es un derecho de la mujer poder optar a trabajar y a tener autonomía personal también en lo económico, porque de ese modo estaremos dando un paso de gigante en la defensa de las mujeres frente a una agresión que permanece y que es la violencia de género.
Dentro de unos días celebraremos el Día Internacional contra la Violencia de Género, y entre los objetivos fundamentales debe estar el garantizar el empleo femenino, y la inserción laboral, en el caso de víctimas de violencia de género.
Educación en igualdad, brecha de género, pobreza femenina, y violencia contra las mujeres son temas que abordaremos desde el Área Social en los próximos días.
Una sociedad que quiera ser económica y socialmente sostenible no puede prescindir de la mitad de su capital humano, ni mucho menos de la mitad de su talento.