Matilde Sánchez Reyes, Secretaria del Consejo Rector de Bidafarma.

Después del duro año que estamos viviendo a causa de la pandemia del Covid-19, no habría mejor regalo para esta Navidad que la llegada de las ansiadas vacunas. El simple anuncio de los planes trazados por Sanidad para la vacunación ha abierto una ventana de esperanza en todos nosotros que empezamos a vislumbrar el 2021 con otro espíritu.

Como era de esperar, se está generando un gran debate en torno a las vacunas y hay disparidad de opiniones. Como farmacéutica mi posicionamiento es firme: YO SÍ ME VACUNO. ¿Y por qué lo tengo claro?

Porque es la herramienta que vamos a tener a nuestro alcance para frenar la pandemia. Y la necesitamos no sólo para lograr la inmunidad personal, sino principalmente la colectiva, para poder alcanzar la tan nombrada inmunidad de grupo.

Se pone en duda la seguridad de las vacunas debido al rápido desarrollo que han tenido, que ha recortado enormemente los plazos habituales. Las razones para haberlo logrado son varias y derivadas de la gravedad de la situación a nivel mundial: se han destinado grandes recursos a su investigación, se han agilizado mucho todos los trámites burocráticos, se contaba con trabajos previos en otro virus -incluso en otros coronavirus- que han servido de punto de partida, ha habido una gran colaboración internacional entre las distintas instituciones investigadoras y han participado un elevado número de voluntarios en las diferentes fases de los ensayos. Todo ello ha acelerado la próxima autorización por parte de la EMA (la agencia europea de medicamentos) de las primeras vacunas, la de Pfizer que se espera sea en estos últimos días de diciembre y la de Moderna en enero.

Pero algo hemos de saber, cuando la EMA autoriza una vacuna, ésta es totalmente segura. Como con cualquier otro medicamento, se prueba en miles de pacientes para determinar sus posibles efectos secundarios, y atendiendo a la relación beneficio-riesgo, es aprobado. Esto no evita que un medicamento en el largo plazo y al ser administrado a millones de pacientes pueda dar lugar a la aparición de algún efecto no conocido que obligue a su suspensión o retirada, como alguna vez ha ocurrido, aunque es algo muy poco frecuente. En el caso de las vacunas, al tratarse de medicamentos generalmente preventivos y que se administran a personas sanas, el riesgo de esos efectos indeseables es aún menor.

Por todo ello, de la misma forma que acudimos sin miedo a un analgésico para paliar un dolor de cabeza, deberíamos hacerlo con las vacunas.

En cuanto a las vacunas que esperamos en las próximas semanas, ambas han empleado la misma tecnología, la de ARNm. Esta nueva tecnología cuenta con la ventaja de no entrar en el núcleo de la célula por lo que se espera tengan menos efectos secundarios aún, aunque quizás la inmunidad que generen no sea tan larga. Las dos vacunas deberán ser administradas en dos dosis y cuentan con gran eficacia. Como diferencia principal entre ellas su conservación. La de Pfizer necesita una temperatura de -80ºC y la de Moderna de -20ºC. Además, para su distribución, la de Pfizer puede estar unos 5 días a temperatura de entre 2 y 8ºC y la de Moderna entre 7-14 días. Todo esto implica unas necesidades especiales para su conservación (ultracongeladores para la de Pfizer) y un control minucioso de la cadena de frío.

En nuestra comunidad autónoma estar labor de recepción, conservación y distribución va a ser llevada a cabo por Bidafarma, cooperativa de distribución farmacéutica, de ámbito nacional y referente en Andalucía, que da servicio a más de 10.000 farmacias en todo el país. Hemos firmado un acuerdo con la Junta de Andalucía para la primera fase del Plan de vacunación, y ponemos a disposición de la Junta nuestras instalaciones, así como nuestra experiencia, para colaborar de manera gratuita y desinteresada por el bien de la población. Es parte de la misión de Bidafarma y también de la farmacia, dar el mejor servicio en beneficio de la salud y de la sociedad.

Es tiempo de Navidad, es tiempo de Solidaridad. Yo sí me vacuno.

Matilde Sánchez Reyes.

Secretaria del Consejo Rector de Grupo Bidafarma

 

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