Compartimos las reflexiones que Carmen Torres hizo en el encuentro de inicio del curso de nuestro foro. Fueron profundas, oportunas y actuales y generó la participación y el debate. Qué podemos hacer ante tanto cambio en relación a la comunicación, a la situación que vivimos.
Desgranó la preocupación personal y profesional los efectos del miedo que ha traído a nuestras vidas la pandemia de coronavirus. Llevamos casi un año viviendo con miedo y es probable que esa emoción tan poderosa siga reinando en nuestras mentes y nuestros corazones al menos otro año más. Me preocupan los efectos personales, psicológicos, sociales y políticos de ese miedo generalizado.
Empezando por los datos: Incertidumbre económica y laboral 1,5 millones de empleos están en el aire por la pandemia. Entre ellos están los que en peligrar los negocios donde trabajan; los que desconocen cuál será el futuro del ERTE en el que están inmersos y los que ya están en el paro y no atisban una luz para encontrar otro trabajo a medio plazo. Cuando finalice el año habrá 1,5 millones menos de trabajadores en activo que cuando comenzó este año.
Los medios de comunicación cuentan a diario los datos de contagios y muertes, que según los registros de mortalidad pueden ascender a 65.000 personas desde que empezó la pandemia. Y esto genera efectos psicológicos: El miedo se define como la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Así, desde el primer día que se declaró la pandemia mundial, los Gobiernos optaron por restringir libertades y derechos fundamentales utilizando herramientas como el estado de alarma, el estado de excepción o el toque de queda.
“Por si fuera poco, el Gobierno ha creado un órgano en teoría para prevenir campañas de desinformación, especialmente en periodos críticos como las elecciones o la propia pandemia. El 5 de noviembre, el BOE publicó la creación de un órgano gubernamental para controlar lo que se publica en redes sociales y para “garantizar el pluralismo” en los medios de comunicación.”
Todos estos cambios se producen en situación de pandemia y de miedo, y habló de la predisposición de aceptarlos con menos resistencia. Lo que nos preocupa a todos es que llegen para quedarse siempre, como. Otra cuestión de control social es que en la nueva normalidad estamos todos mucho más monitorizados. El aumento del uso de las tecnologías durante los confinamientos ha aumentado el ya de por sí ingente flujo de información personal que ofrecemos en internet. Terminó confesando “No tengo respuestas para todas estas cuestiones que me preocupan y espero que foros como el vuestro me ayuden a encontrarlas. Sí he encontrado una cita con la que estoy bastante de acuerdo: “Lo único a lo que debemos sentir temor es al temor mismo, al miedo anónimo, irracional y sin sentido que paraliza todos los esfuerzos que son necesarios para convertir el retroceso en una marcha hacia adelante”, dijo el presidente de EE.UU. Franklin Delano Roosevelt. ”